jueves, 31 de mayo de 2012

Recomunar las comunidades (de vecinos)

La mayoría de los edificios históricos están construidos sobre los restos de otro más antiguo. De la misma forma, para construir una nueva economía basada en el intercambio entre comunidades debemos aprovechar las comunidades existentes antes de empeñar recursos en construirlas desde cero.


En España hay una figura legal (también en otros países) que podría funcionar como proto comunidad P2P: las comunidades de propietarios (o vecinos) dado que ya es una figura jurídica regida por un marco legal (la ley de propiedad horizontal), que la media de propietarios de las que conozco se acerca al número de Dunbar lo que las hace perfectas para su gestión y, sobre todo, que es un meme que no hace falta explicar a los ciudadanos.
De gestionar y ponerse de acuerdo para pagar los gastos a proporcionar servicios al procomún solo hay un paso. Muchas comunidades ya lo hacen y usan su propia infraestructura para tener su propio grupo de consumo o compartir recursos (escaleras, herramientas, espacios o incluso vehículos). Bastará con que se instalen algunos ejemplos exitosos para que se extienda otra forma de entender las comunidades, estas sí, muy cotidianas y reales.
No obstante, como aquí no hablamos ni creemos en las utopías, hay que ser conscientes de la trabas, sobre todo, culturales que se presentan: el problema para encontrar líderes, aprender a discutir y tomar decisiones (la parresía) y a superar los seguros conflictos... Bastaría tener claro el principio de reciprocidad, abandonar el sello cultural católico del control externo y visión a escala nacional para controlar a los gorrones (o francotiradores).
Así que cuando pensemos en construir comunidades reales ¿por qué no empezar por recomunar al propietario del recibo que todos pagamos todos los meses?

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