viernes, 15 de junio de 2012

Aprendizaje artesano: aprendizaje hacker

En algún tiempo aún inderteminado de la Edad Media, un artesano dedicó horas y esfuerzo a esculpir partes de claustro que, por su disposición, nadie iba a poder ver. Alguien puede pensar que era tiempo perdido, no obstante, con el cariño debido a la obra, lo hizo. Hoy emociona observar el mimo y el cuidado puestos en una trazas que han pervivivo durante siglos.
En nuestros días, al igual que sucede en otros campos, en la Educación seguimos formando según los criterios de la era industrial: estandarizar los procesos para obtener productos idénticos. En el mundo universitario hispano de inspiración napoleónica, por mucho que nos empeñemos, apenas hay diferencias entre un graduado en Economía de (por ejemplo) la Universidad de Granada u Oviedo. Esto tenía algunas ventajas en la era industrial, pero hoy ganan los inconvenientes.
Cuando busquemos modelos para la era postindustrial, sería buena idea revisitar los de la era preindustrial y tratar de poner, como el anónimo escultor artesano, cariño en cada obra para personalizarla de acuerdo a los objetivos que tengamos en cada caso. Para la Educación de la era informacional, incluida la universidad, el modelo profesional también debe ser el del artesano, puesto que son nuestras obras las que hablan por nosotros.

2 comentarios:

  1. Añadiría que si no es contando y enseñando nuestra «obra», en cada vez más casos no hay otra manera de demostrar lo que sabemos y queremos hacer puesto que las titulaciones oficiales van muy por detrás del mercado. Que sea posible obtener una titulación oficial de algo significa que en ese algo ya que pioneros que lo aprendieron y lo hicieron sin titulación, adquiriedo de esa manera una enorme ventaja.

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  2. Totalmente de acuerdo, Bianka, de hecho, me has inspirado otro post...

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