lunes, 27 de febrero de 2012

Y el Óscar va para... ¡una industria zombi!

Es toda una alegoría que el Óscar lo reciba una película muda y en un fingido blanco y negro. Que la industria se premie a sí misma con un film que vuelve la vista sobre su esencia (contar historias) es paradójico. Hay algo freudiano, sin duda, pero la industria seguirá sin ver que está viviendo los últimos días de su Pompeya particular. La industria zombi del cine se cae, pero seguiremos necesitando gente que nos cuente historias (aunque no se hable y sea en blanco y negro).

3 comentarios:

  1. Quizás el Oscar iba para una especie de "reinvención" del cine. Cuando todos los efectos especiales son posibles, volvemos la mirada a una película sencilla que apela a la ternura, la música, la actuación menos sutil.
    A mi me ha gustado mucho, la verdad.

    www.cuidaesalengua.blogspot.com

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    1. Me voy a poner estupendo, Gemma: la peli está bien, pero solo bien. Cualquiera de las clásicas mudas la supera por todos lados. Yo creo que hay mucho de esnobismo (quizá también en mi post) porque no tiene sentido un siglo después descubrir que lo importante en la ficción es contar bien una historia y que todo lo demás (diálogo, fotografía, efectos...) se supedita a eso. Mi opinión es que a los viejunos de la Academia les ha enternecido recordar su juventud y a los jóvenes, que posiblemente nunca habían visto una muda o incluso en blanco y negro, les ha asombrado lo obvio. Lo dicho, una industria tocada de muerte.
      Gracias por pasar por aquí, Gemma.

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