La metáfora del zombi va calando poco a poco. Manuel Pimentel se une y clasifica a la población en "zombis" (60%), "turistas" (35 %) y "caminantes" (5 % ) en un artículo en 5 Días a colación de su último libro, de autoayuda, El decálogo del caminante:
Los zombis nos recuerdan a los muertos vivientes. Son los más tristes y patéticos, pero, desgraciadamente, los más abundantes. No es difícil distinguirlos. Siguen a la masa, sin personalidad propia. Arrastran sus pies al ritmo que le marcan los demás. Solo parecen motivarse por comer, beber, alguna pequeña diversión, y a dormir de nuevo. Deambulan sin rumbo ni sentido, sin noción de su propia valía ni de la misión trascendente que les corresponde. Conocemos muchas empresas grises, sin creatividad ni imaginación, que se limitan a repetir aquello que aprendieron un día remoto, sin percibir que su entorno ha cambiado. Son masa, no tienen personalidad. [Leed el artículo completo].
Sin embargo, hay una paradójica semejanza entre el caminante y el zombi . A bote pronto, recuerdo que en la traducción de Walking Dead (el cómic y la serie) los zombis son llamados "caminantes"; también, hace poco, leí una novela homónima de Soseki en la que el protagonista, que tiene problemas para vivir y entender el mundo contemporáneo, un zombi, es también un "caminante"... Parece que está naciendo un meme.
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