viernes, 18 de mayo de 2012

¿Competir y compartir? El caso del Huftington Post

En el anterior modelo del capitalismo de amigotes basado en la deuda, la consigna era competir. Todos contra todos porque, al fin y al cabo, era genético o sea, natural, o sea, bueno.
En el pensamiento hacker, sin embargo, la competencia solo tiene sentido si se comparten sus resultados. Esta paradoja es difícil de comprender para los que no conocen el ámbito académico o científico (del que procede en gran parte el pensamiento hacker), en el que se comparten conocimientos y se compite en obras, en trabajo. Para explicarlo en cursos y talleres, acudo al ejemplo de los cocineros españoles (ya saben: Arzak, Adrià, José Andrés y compañía). Cada chef tiene uno o varios restaurantes que compiten por el mismo segmento del público, y lo hacen; pero también comparten recetas, técnicas y recursos (es decir, conocimiento), sabedores de que el éxito del competidor también los beneficia porque, primero, ofrecerán mejores productos y, segundo, los obliga a mejorar también a cada uno de ellos. Pero, además, se cuidan de compartirlo con el procomún a través de libros, programas, revistas, cursos y demás inversiones con un retorno abundante, como bien han comprobado. Quid pro quo, pura reciprocidad, que es el combustible de la empatía y el motor de las comunidades, la palanca de la evolución humana.
El conocimiento es acumulado y compartido por las comunidades mediante la cultura. Vamos a hombros de gigantes, las ideas, por tanto, no pueden tener dueño porque son producto del saber de generaciones. Lo que sí tiene dueño es el trabajo: lo que se hace con esas ideas. La mentalidad hacker exige respeto y reconocimiento a esa obra.
Curiosamente, algunos medios en ciernes, supuestamente trendys, pero bastante zombis, esgrimen el valor del reconocimiento de la comunidad como argumento para quedarse gratis con el trabajo de los blogueros. ¿Puede tener prestigio lo que aún no está funcionando? ¿Quién se beneficia económicamente?  ¿Dónde queda la reciprocidad? 
[Addenda: Después de publicado el post, he llegado con retraso a esta magnífica entrada de Jose, otra perspectiva que hay que leer.]

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, en principio no estoy en contra de "trabajar gratis" si se entiende por no hacerlo a cambio de dinero pero me cabrea q el otro no este dispuesto a hacerlo también. Dominguez o Cebrián están dispuestos a lo mismo?

    ResponderEliminar