martes, 5 de junio de 2012

Síntomas de la política zombi

El cartel de Tío Pepe en la puerta del Sol no volverá a su lugar. Cuesta imaginar la plaza sin la presencia de la rancia botella con sombrero cordobes vigilando desde la azotea, pero a la modernuqui empresa de la manzanita no le debía hacer juego con el minimalismo del que hace gala.
A mí el anuncio me parecía un horror, pero, en cualquier caso, me cabrea que los representates del poder no tengan reparo en:
  • Ocultar la información a los ciudadanos, es decir, mentir: "El anuncio volverá a su lugar en otoño".
  • Adaptar la ley al gusto de cada multinacional ya sea una empresa de casinos u otra de software privativo.
  • Saltarse sus propias leyes: en el 2009 se le libró de la "limpieza" de anuncios que diseñó Ruiz Gallardón y ahora se decide hacerlo desaperecer, nadie pregunta a los ciudadanos que son tratados, siendo postivos, partenalmente.
Siempre hay que desconfiar del poder, pero a pesar de nuestro innato cinismo, no se puede dejar de pensar que si es capaz de mentir sobre elementos menores, ¿qué no hará, hace o habrá hecho con lo importante?
[Llegué a la noticia vía Propolis].

1 comentario:

  1. Las primeras palabras que leí en voz alta fueron TIO PEPE: Sol de Andalucía embotellado. Tenía 3 o 4 años y mi padre, que iba al volante de un viejo 1430, por poco choca contra el Ministerio de Gobernación.

    Apple que tanto presume de saber gestionar los intangibles, conmigo ha fallado (otra vez). Nunca le perdonaré su enorme torpeza ;-)

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