domingo, 4 de noviembre de 2012

Bases intelectuales de la metáfora zombi

Como señaló Lobo, la metáfora que enmarca este blog («vivimos entre personas que ven una universidad, vida o economía que ya no existe ») es contemporánea y, por tanto, nada original. En los últimos meses no hago más que toparme con la comparación en mil y un ámbitos diferentes. No puede ser una casualidad...
Apenas unas pocas semanas después de abrir este blog, supe de Filosofía zombi, nada menos que Premio Anagrama de Ensayo 2011 (y yo sin conocerlo, glups), de mi tocayo Jorge Fernández Gonzalo. Lo tengo en la lista de «lecturas pendientes» y espero poder meterle mano pronto, aunque, por las reseñas, creo que el pensamiento nuclear de la obra no trata tanto de analizar el corpus del extenso pensamiento muerto actual, sino de tomar la filmografía zombi como excusa para tipificar la sociedad contemporánea. 
En una línea parecida se sitúa «El zombi como metáfora (contra)cultural», un artículo de Ángel Ferrero y Saúl Roas publicado en el 2011, número 32 de la revista Nómadas. Los autores se detienen en el auge del subgénero en series, cómics y películas como prueba de la necesidad social de encontrar un espejo en el que explicarse.
Otro de los títulos de éxito que se apoyan en la idea del zombi es el conocido Zombie Economics, al que llegué este verano por recomendación de un amigo. El subtítulo («How dead ideas still walk among us») dará una idea a los que leen este blog de hasta que punto he disfrutado con la lectura de la obra de John Quiggin que carga contra la economía especulativa de amiguetes, que algunos entienden como «liberal».
 

Pero lo interesante es que por diferentes caminos (la filosofía, la sociología, la economía o la pedagogía) la serendipia nos haya llevado a diferentes personas en diferentes partes del mundo a una misma conclusión: nos dirigen personas que están ideológicamente muertas.

2 comentarios:

  1. Yo aún diría más: solo personas ideológicamente muertas pueden dirigir colectivos.

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  2. ¡Ostras, Dani, espero que no!, pero a lo mejor la solución es que el colectivo se dirija por sí mismo y deje de ceder la responsabilidad...

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